AMPLIANDO EL REPERTORIO Y CONOCIMIENTO EN LA DANZA Y LA PRODUCCIÓN
Clase de laboratorio danza improvisación – 2024
Como bailarines, productores y artistas escénicos en general debemos estar en un constante redescubrimiento del arte que hacemos y así mismo encontrar esas formas de ampliar nuestro conocimiento y empapar de nuevas vías, formas, técnicas y acciones nuestro repertorio personal.
Yo, Carolina, he sido bailarina durante mucho tiempo, sin embargo, he bailado a través del repertorio del otro, el repertorio que me daban y no cuestionaba, el repertorio que ya existía y yo no tenía que explorar. Esto fue así hasta que entré a la carrera de artes escénicas y comencé a entender que la mejor forma de honrar tu danza es nutriéndola y llenándola de conocimientos y experiencias personales que te permitan entender que tu danza debe ser única y que esta existe contigo para bailar tu vida, no la de los demás.
Gracias a esto entendí que como bailarina debía explorar y aprender del mundo para así ampliar mi repertorio ¿pero cómo hago eso?, durante los semestres que cursé en la carrera encontré muchas respuestas en el laboratorio de danza improvisación, que me permitieron conocer a la Carolina autentica en la danza, me permitió conocer cuál era mi repertorio de movimiento en la danza y entender que este, en su mayoría, venia de lugares externos a mí, lugares que yo no había explorado, por lo que empezó una necesidad de ampliar esos conocimiento a través de la exploración personal durante la clase de danza improvisación. Me he permitido pasar por varios matices que me han llenado de conocimientos nuevos, pero lo he hecho de una forma inconsciente.
Al entrar al laboratorio de danza improvisación en mi octavo semestre, sabía que quería entender cómo podía nutrir mi repertorio, cual era mi proceso para hacerlo y qué me podía ayudar a hacerlo mejor.
Si hay algo que jamás pensé que me ayudaría a encontrar estas respuestas, fue la danza contacto, a la que siempre le tuve un poco de reparo, posiblemente porque no sentía que tuviera suficiente repertorio personal para investigar con otra persona. Lo irónico de esa declaración es que uno de los ejercicios que más me han alimentado de conocimiento ha sido el contact improvisation. Con la guía de la maestra Natalia Orozco durante las clases y de algunos referentes como Steve Paxton, hemos podido desmenuzar esta técnica y entenderla poco a poco a través de la práctica.
¿Cómo la danza contacto empezó a alimentar mi repertorio? bueno, a través de la exploración con otros cuerpos, he entendido que no solo se trata de ampliar tu repertorio, esto debe venir acompañado de varios aspectos que me ayudarán en el proceso, por ejemplo, la consciencia corporal y el aprender a responder de manera intuitiva el movimiento de otro bailarín. Estas son herramientas que la danza contacto te permite obtener de una forma bastante clara a través de la constante practica con el otro, el nunca poder anticipar que va a hacer mi compañero, me permite tener una atención y una disposición corporal que obliga a mi cuerpo a buscar nuevas vías de respuesta a ese movimiento externo.
Otro aspecto que me ha ayudado mucho es redefinir el concepto de danza y buscar bailar desde la cotidianidad. Algo muy interesante que sucedió durante el primer corte, fue ese primer parcial, que, en algunos casos, tomó lugar en espacios de la universidad muy concurridos por estudiantes viviendo su normalidad. La observación de este ejercicio, me permitió entender que a veces en la danza las cosas más significativas vienen de las acciones más normales y de los comportamientos más humanos, dirigidos hacia otra energía y disposición.
Ahí llegó mi primera herramienta, la cotidianidad, que me permitió ser consciente que estaba ampliando mi repertorio por medio de la expansión de mi concepto de danza y dejando entrar nuevas herramientas, acciones y practicas a mi arte a través de la simplicidad del entorno, ampliando el globo de lo que la “danza” significa dentro de mí y permitiendo que ese concepto, no solo cambie, sino que también se nutra.
Luego llegó el aburrimiento, si, el aburrimiento. Como en cualquier actividad que repetimos varias veces en nuestra cotidianidad, al bailar también nos podemos aburrir cuando entramos en cierta monotonía de movimiento, y si logramos utilizarlo a nuestro favor, lo podemos convertir en una gran herramienta para encontrar nueva información corporal. En el tercer corte del semestre, tuvimos una clase donde utilizamos tapones de oídos para cancelar cualquier tipo de sonido que viniera de nuestro entorno. “Exploren el aburrimiento, habiten en el” nos dijo Natalia antes de comenzar el ejercicio. en un principio no entendí a qué se refería con este comentario, sin embargo, a mitad del ejercicio entendí porque lo dijo. Como artistas escénicos, estamos muy acostumbrados a utilizar el entorno como fuente de inspiración para crear. El sonido es una de esas fuentes principales, por eso, al bloquear este recurso inagotable, la inspiración tiende a flaquear un poco por la falta de estímulos. Pero ¿cómo limitar los recursos de inspiración, puede ampliar el repertorio de un bailarín? Bueno, resulta qué por instinto, tendemos a buscar siempre nuevas vías para dejar de estar aburridos, por ejemplo, si estás en la sala de espera de un banco y no te dejan usar el celular mientras esperas tu turno, es muy posible que a partir del aburrimiento que te va a causar la larga espera solo y sin entretenimiento, encuentres el papel de una factura en tu bolsillo y empieces a jugar con él, haciendo origami, rompiéndolo, rayándolo…etc., y logrando así salir del estado de aburrimiento. Kierkegaard en su investigación “O lo uno o lo otro”, habla del aburrimiento como un desafío existencial y expone la importancia de siempre salir de ese estado, menciona que siempre se debe buscar hacer algo, no importando lo absurdo que sea, pero buscando no ser ocioso. (Kierkegard,1843)
En la danza también es posible entrar en este estado, cuando se entra en lugares monótonos de movimiento y no se tienen suficientes recursos para buscar inspiración externa, la corporalidad y el repertorio personal empiezan a explorar con esa falta de inspiración y empiezan a buscar dentro de sí, lugares de movimiento a los que pueda ir a indagar. De esta forma, logré llegar a nuevas posibilidades de movimiento y así mismo ampliar mucho más mi repertorio.
En la producción escénica, el proceso de ampliar el conocimiento es diferente. Desde un principio, cómo productora, debes tener claros los conceptos y procesos que se deben implementar para llevar a cabo una obra, pero, una cosa es decir…y la otra hacer. La mayoría de los conceptos que existen en la producción están basados en obras convencionales, obras que normalmente tienen los mismos requerimientos, problemas y soluciones, por lo que el conocimiento que se aprendió a través de la teoría funciona para llevar a cabo un proyecto correctamente.
Como menciona Allyson Massiel en la tesis para la Pontificia Universidad Católica del Perú “Es importante la figura de la producción en un proyecto, no solo por los procesos que crea, sino por los conocimientos que trae para la creación de los mismos. Un productor que desempeña con destreza su papel, es un profesional que tiene un abanico de saberes previos para poder ejercer su profesión, la cual requiere de una combinación de conocimientos para poder tomar decisiones. Es incluso, muchas veces, la mente que desarrolla la idea, quien crea desde las variables de lo concreto en lugar de la ficción, y quien genera procesos y se hace responsable por la materialización de la idea” (Espinoza Nicho, 2021, p.19).
Pero ¿Qué pasa si debo producir una obra que no sigue con las reglas convencionales y necesita todo un mundo diferente de requerimientos para que funcione?
Una de las habilidades que cualquier productor debe tener presente en todo momento es la capacidad de adaptación, saber adaptarse al entorno que lo rodea es algo esencial para llevar a cabo cualquier proyecto, pero ¿qué pasa si la teoría que tengo se queda corta para elaborar un proyecto no convencional?, bueno, ahí es donde la práctica cobra sentido. No existe otra fórmula más allá del hacer para resolver dudas o problemas, haciendo es donde vamos a encontrar las respuestas a lo que necesitamos.
Ahí está la primera herramienta para ampliar el conocimiento cómo productora, el hacer, hacer sin saber al cien por ciento que se está haciendo, ponerme en problemas y usar la presión a favor. Si voy a producir una obra al aire libre que requiere de un equipo de sonido que funcione para un parque gigante, ¿qué debo conseguir para llevarlo a cabo? ¿qué debo tener en cuenta?, es posible que estando al aire libre pueda llover y aparte de las extensiones y los equipos, lo más posible es que tenga que encontrar algún material que me ayude a resguardar los equipos para las funciones. Tener que estar en la jugada, presente y haciendo posible esas cosas que parecen imposibles, me permite como productora ampliar mis conocimientos y así mismo adquirir herramientas que luego voy a poder aplicar en futuros proyectos.
Por otro lado, existe otra herramienta que cómo productora sé que es frustrante, pero al mismo tiempo muy poderosa para encontrar nuevas vías de conocimiento, el error. Equivocarse significa tener que buscar soluciones funcionales e inmediatas, esto ayuda a que el cerebro encuentre nuevas vías posiblemente no convencionales pero efectivas para corregir cualquier imprevisto. En la danza, el error es un elemento que debemos redefinir y entender como bailarines, sin embargo, en la producción, el error siempre va a estar presente, hace parte del trabajo, y el error acompañado de varios aspectos como la presión o el miedo, pueden lograr que como productora se consiga mantener al cerebro pensando en nuevas ideas, vías y soluciones para hacer cada vez más lógico el trabajo de un productor, gracias a esta herramienta tan poderosa, es posible ampliar el conocimiento dentro de la producción.
Dentro de este campo de trabajo, existen muchas herramientas que a través del tiempo ayudan a mejorar cada vez más y a entender la producción de una forma más profunda, sin embargo, a través de la experiencia que he tenido como productora durante los últimos años, he entendido que lo que más va a contribuir con el entendimiento y crecimiento de conocimiento dentro de esta área, es practicar a través del hacer, lanzarse y afrontar puestas en escena con la seguridad que como productores siempre se va a encontrar una respuesta, solución o alternativa para las necesidades que la obra te pida. En la danza, la inspiración y recolección de repertorio nuevo, viene del entorno, el contexto y las posibilidades que este propone: la cotidianidad, el espacio, el aburrimiento, la música, el silencio…sin embargo, estas fuentes de inspiración no vienen solas, como bailarines, debemos desarrollar una disposición al entorno, apta para recibir todos estos estímulos y que funcionen para nuestro repertorio; es tener la mirada abierta hacia lo externo y la disposición de recibir lo que me quiere proponer mi entorno y aplicarlo a mi danza.
BIBLIOGRAFIA
- Kierkegaard, S. (1843). O lo uno o lo otro (E. Hohlenberg, Trad.). Reitzel. (Trabajo original publicado en 1843)
- Espinoza Nicho, A. M. (2021). El rol del productor escénico en Lima en la co-creación de la cultura de trabajo, en lo referente al proceso de creación y producción del Proyecto de Artes Escénicas PUCP en el Penal Modelo Ancón II [Tesis de licenciatura, Pontificia Universidad Católica del Perú]. Repositorio PUCP
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